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OCKHAM EN LA ESPIRITUALIDAD DEL SIGLO XIV 115 El interés por salvar del olvido la riqueza de recuerdos y tradiciones fran– ciscanas da origen a diversas copilaciones, una de las cuales se forma en pleno siglo XIV y tiene como título Actus beati Francisci et sociorum eius. Una adaptación en lengua vulgar de este escrito serían Las Florecillas de San Francisco. El mensaje espiritual de este libró, tan diverso del estilo de Ockham, no se halla lejano de sus ideas espirituales más profundas: En las Florecillas Francisco aparece muy atento a no apropiarse abusivamente de las criaturas de Dios, y menos todavía de los hermanos y compañeros de la misma vocación. El Francisco de las Flore– cillas tiene un respeto como de fe para las individualidades, que él califica de "gracia" especial en cada uno..De ahí que los protagonistas de las Florecillas se mueven y se muestran con tanta originalidad, con tanta autenticidad, sin atener– se a modelos estereotipados de comportamiento. Francisco, más que un mo– delo que se ha de copiar (el universal real que se concretiza en los singulares) es un indicador del otro modelo (también éste en su singularidad), que es Cristo "pobre y crucificado" 34 . Entre los franciscanos la Vita Sancti Francisci de S. Bue– naventura y sobre todo sus dos opúsculos Itinerarium mentis in Deum y el De tri– plici via continúan alimentando la vida espiritual no solamente de los francisca– nos, como lo muestra el hecho de que ya en este tiempo se traducen en lengua vulgar, especialmente en Italia, Alemania y en los Países Bajos. Rodolfo de Bi– berach (t 1360) escribió Sieben Strassen zu Gott (Siete caminos hacia Dios), que se atribuyó a S. Buenaventura. Testigos de la espiritualidad franciscana en Ale– mania son Marauard de Lindau (t 1392) y Otón de Pasau, que escribió Los 24 ancianos o el trono de oro del alma amante. Continúa el influjo de la beata Angela de Foligno (t 1309) a través de sus Instrucciones, cuya espiritualidad, como invita– ción a trascender la condición natural, lleva, no a perderse en Dios al estilo de una mística intelectualista, sino a la transformación en el Cristo concreto, que es el libro real de vida para los bienaventurados 35 • Sin olvidar el influjo del es– pañol Raimundo Lulio (t 1316), la espiritualidad de lo concreto aparece en el libro Stimulus amoris del franciscano Santiago Gacomo) de Milán, traducido al italiano, alemán, holandés y francés. Está además la obra anónima Meditaciones sobre la vida de Cristo, testimonio eminente de la piedad cristocéntrica francisca- 34 Cf. San Francisco de Asís. Escritos, Biogrefías, Documentos de la poca, ed. preparada por J.A. Guerra,, Madrid 1978, 797 (introducción a las Fkirecil!as). 35 Cf. A. M. Haas, Schools ef Late Medieval lvljsticism, en Christian Spiritualiry, II: High Middle Ages and Reformation, edit. by J. Raitt, London 1987, 161s.
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