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OCKHAM EN LAESPUUTUALIDAD DELSIGLO XIV 111 hace el parang6n entre el pensamiento bonaventuriano y el tomista. "Buenaventm:a, dice, trat6 de comprender teoricamente la experiencia del mundo de la segunda generaci6n franciscana. Mientras Alberto habia frenado el influjo de Agustin, Buenaventura se esforz6 por revigoriz_atlo. Anselmo de Canterbury y la Escuela de San Vietar, no los arabes, son a los que se debe clirigir el pensamiento cristiano. Esto pareci6 un retroceso y vuelta al riempo anterior a la aceptaci6n de Arist6teles. Mas es una apariencia engaiiosa. Porque Buenaventura, por un lado, conoda bien los postulados y consecuencias de la doctrina aristotélica... Y por eso mismo, se sinti6 con el deber de censurar, siempre con mayor rigor, algunos de sus puntos fundamentales, desarrollando asi una fuerza critica que preparaba la de los g:tandes criticos del siglo 14. De este modo su pensamiento adquiria mas elementos de futuro que no la filosofia de Tomas de Aquino... De Buenaventura, en conjunto, han surgido importan– tes impulsos para una ulterior evoluci6n. Las doctrinas especificas de la "escolastica franciscana" (voluntad, individualidad, metafisica de la luz, con– cepto agustiniano de la materia) no fueron elaboradas por él demasiado técni– camente, pero quedan corno materiai para el trabajo posterior de las siguientes generaciones con libertad para desarrollos ulteriores" 24 , corno sucedera con– cretamente con el beato Juan Duns Escoto, Guillenno de Ockham, etc. Si la filosofia y la teologia de Ockh3.m pueden ser consideradas, quizas mas en su espiritu que en cada una de sus conclusiones, corno evoluci6n antes que corno rotura o traici6n a la tradici6n de familia, (se podra decir lo mismo de su espiritualidad? Generalmente se considera a Guillermo de Ockham corno la personalidad mas significativa en lo que el siglo XIV tiene de ruptura frente al siglo anterior. Se quiebra la unidad de pensamiento en torno a una supuesta verdad objetiva de las ideas universales, eclipsadas por la valoraci6n primordial de la singulari– dad plurifacética y la subjetividad voluntarista potenciadora de la libe.rtad per– sonal. Ahora queremos mostrar c6mo el ockhamismo, convertido en "signo de los tiempos", repercuti6, mas o menos directa.mente, en la evoluci6n de una espiritualidad que se perfilaba en concordancia profunda con las caracteristicas especificas de la vivencia franciscana. 24 K Flasch, Das philo1~hische Dmket, im Mitte/aber wn Altg111tin Z!' Ma«hiawlli, Stuttgart 1987, 344, 347-348.
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