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JAIME DE CORELLA ESCRITOR MORALISTA 355 consiguiera en el púlpito. El mismo alude repetidas veces a la inme– jorable acogida que aquellos recibieron; aceptación que sin duda había sobrepasado los cálculos más optimistas. Quien dice « ser los hombres tan distantes en el juicio cuanto diferentes en el aspecto » 29 , no puede menos de señalar, refiriéndose a la Práctica, que, si no ha contentado a todos, « ha contentado a muchísimos, pues me lo aseguran tan repetidas impresiones como de ella se han hecho en tan pocos años en dife– rentes reinos » 30 • El secreto del interés despertado por la Práctica hay que atribuir– lo a la utilidad indiscutible de la misma. En cuanto a las Conferen– cias, fueron muy favorecidas por el obispo de Pamplona D. Juan San– tos, al ordenar que se adoptaran como libro de texto en toda la dió– c_esis para las conferencias del clero 31 • Es el mismo P. Corella quien lo reconoce : « Con el amparo de V. Exc. logró el tomo primero los aplausos que manifiestan sus repetidas ediciones; y lo mismo se promete mi con– fianza saliendo este segundo a la sombra de tan gran Príncipe » 32 • Y fue sin duda en muestra de agradecimiento como el autor le dedicó las dos primeras partes de la obra. El ejemplo cundió y no tardaron otros obispados en tomar iguales decisiones; hasta el punto de que en casi toda España y dominios españoles de ultramar se hacían los exámenes para órdenes y se preparaban los concursos por las Conferencias del P. Corella 33 • El P. Jaime procuraba corresponder por su parte al éxito alcan– zado por sus escritos 34 • Adelantaba cuanto podía los tomos prome– tidos; corregía y perfeccionaba las diversas ediciones y, sobre todo, se esmeraba más y más en trabajar las nuevas publicaciones. Reve– ladoras a este respecto son sus mismas palabras : « Habiendo visto la suma aceptación con que (sin merecerlo) han sido recibidas mis obras, favoreciéndome mucho aun las personas más doctas, solicitándolas con todas ansias, he puesto especial atención en esta tercera parte, para que saliendo a la luz más pulida que las ante– cedentes, sirviese de significar el reconocimiento con que me veo de 29 Práctica del confesonario, ed. Barcelona 1695, Prólogo. 30 /bid., Prólogo. 31 Cf. ILDEFONSO DE CIÁURRIZ, O.F.M.Cap., Capuchinos ilustres de la antigua Provincia de Navarra y Cantabria I, San Sebastián 1920, 206. 32 Conferencias morales I, Dedicatoria al Excmo. e Illmo. D. Juan Grande Santos. ss « Quibus [Conferencias] in toto dominio Hispaniae ad ordines sacros et curam ani– marum examina et concursus fiebant » (Monumenta antiqua, in Anal.O.F.M.Cap. 8[1892] 374). 34 Conferencias morales III, Prólogo.