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JAIME DE CORELLA ESCRITOR MORALISTA 371 En las «conclusiones», señaladas progresivamente con numera– ción romana, constan las distintas soluciones dadas al problema. For– muladas siempre con brevedad, vienen inmediatamente confirmadas con la autoridad de diversos autores, a la vez que se determina su grado de certeza: « Así lo enseñan Santo Tomás, Suárez, Vázquez; y lo mismo tienen con Continch, Becano, y otros Gaspar Hurtado..., y con la común Agustín Bernal »; « ... Y es comunísima de los autores, como se puede ver en Dicastillo..., con Suárez, Avila... » 97 • Si en favor de una tesis determinada existe alguna decisión de la autoridad ecle– siástica, prevalece ésta como única autoridad. Cada conclusión viene inmediatamente probada con uno o varios argumentos numerados. Por tratarse de temas morales privan casi siempre argumentos de razón, en forma silogística, haciendo asimismo uso de la Sda. Escri– tura o Concilios, si hay lugar para ello. La argumentación es breve, condensada, con las palabras medidas; ello la hace ganar en claridad. Todavía, si el caso lo requiere, se hacen nuevas deducciones de una determinada conclusión : « De esta conclusión y sus pruebas se infiere lo 1... Infiérese lo 2... », con el respectivo razonamiento. Los « casos prácticos » ocupan una parte no pequeña de la confe– rencia; suelen contarse cinco, ocho, hasta quince y más. Estos casos vienen a completar el estudio de un determinado problema. Se se– leccionan aquellos particularmente difíciles por su complejidad, o que se ofrecen a una aplicación muy discutible de los principios. Con frecuencia se trata en ellos algún aspecto nuevo en relación con el tema general, que no había sido tocado anteriormente. El P. Corella dedica gran atención a estas soluciones prácticas en que el problema adquiere toda la complejidad de lo concreto. Consciente de ello va formulando diversas respuestas o reglas de conducta de acuerdo con las posibles condiciones, en que pueda entenderse el supuesto. Razo– nada a su vez cada respuesta, el análisis resulta rico en matices y precisión. Finalmente las numerosas objeciones con que se somete a prueba cada una de las soluciones parciales hacen que la exposición de estos casos resulte muy completa, por no decir definitiva. Por fin, después de cada tratado de sus Conferencias morales, el P. Corella nos ofrece un pequeño discurso espiritual, que corresponde en su contenido al tema moral precedente. Se trata de una elevación ascética, que,. superando el nivel de lo meramente moral, « hace que quede una doctrina no sólo sana e irreprehensible por lo moral, sino provechosa por lo místico » 98 • Más bien que con carácter de instruc– ción estas consideraciones se desarrollan en el plan de mover a la 07 Conferencias morales III, 192 n.1054, 417 n.101. os Conferencias morales I, Aprobación del R.P. José de Viana, p.XVII.