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348 VALENTÍN DE SOTO Ambas actividades se completan pues mutuamente, y mientras una atiende al provecho espiritual de los fieles, la otra se encamina con preferencia a la formación del clero, en vista del ministerio a ejercer. El capuchino ha contado en todo tiempo con tres grandes dificul– tades en su carrera de escritor: el peso de la observancia, que le liga día y noche con tan frecuentes como prolongados actos de comuni– dad, la deficiencia de las bibliotecas - sobre todo en relación a estu– dios más profundos - y, finalmente, la vida de estrecha pobreza 2 • Esta última no es la menos grave, pues supone siempre un escritor que prepara sus libros con poca o ninguna seguridad de darlos un día a luz. En el P. Jaime no sólo se dan la mano todas estas contrarie– dades, sino que se agravan en proporciones alarmantes, por el hecho de escribir sus obras en medio de las tareas de la predicación. La carencia de « tiempo desocupado para ocupar la pluma » 3 , será en él una preocupación constante, que le obliga a lamentarse repetidas ve– ces. Tendremos ocasión de cerciorarnos de ello, cuando vayamos conociendo cada uno de sus escritos. La vocación de escritor del P. Jaime es, como todo en él, prema– tura; y debió ser al contacto de las primeras experiencias en la vida apostólica como surgió. Consciente de una necesidad apremiante se apresta él mismo a darle solución, sin que su entusiasmo decaiga un momento ante la magnitud y posibles emergencias de la empresa. Pero lo que es más de admirar es que no nacieron las obras sucesi– vas inspiradas en el éxito de las precedentes, como ocurre con harta frecuencia. En el P. Jaime aparece ya desde al principio trazado con toda precisión un programa fijo a realizar. Cuando publica su segun– do libro, pide ya excusa por la tardanza en dar a los lectores lo que otras veces había prometido : « Suele la excusa voluntaria ser acusación forzosa, y la excusa forzosa nunca fue acusación voluntaria. Preciso es que el que es tardo en cumplir lo que prometió excuse su tardanza porque no quede culpada la dilación » 4 • Se señala a continuación cada uno de sus escritos en particular, sin que nos atengamos rigurosamente al orden cronológico de apa– rición. Los títulos exactos los daremos en la descripción bibliográfica. 1. - « Práctica del confesonario » Inicia la producción literaria del P. Corella una Práctica del con– fesonario, dividida en dos partes. La primer a se publicó el año 2 Cf. MELCHIOR A P0BLADURA, O.F.M.Cap., Historia generalis Ordinis Fratrum Minorum Capuccinorum II/1, Romae 1948, 325. s Conferencias morales I, ed. de Valencia 1691, Prólogo. • !bid., ed. Valencia 1691, Prólogo.