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CARTA I, ¡ JULIO HJIO actual en el confesonario, ál hacerse responsable de mis pecados y recibirme bajo su dirección, ¿ negará a Dios la gloria que espera de mis sufrimientos por no mortificarse un poco en despreciarme? No, Padre mío, no ; no me prive de tanto bien ; se lo pido postrada a sus pies por las angustias de Jesús clavado en la cruz y por .los dolo– res de su Santísima Madre. Nada quiero, ni deseo, ni necesito tanto como el ser despreciada, confundida y humillada por V. R., ya que Dios Nuestro Señor no quiere hacerlo por sí mismo; y es poi- esto, mi amadísimo Padre, que insi~to tanto en esta petición. Perdóneme esta confianza y libertad que i1w he tomado con V. R., que no volveré más a indicarle nada soqre el particular, pues ya sé que no es V. R. quien debe acomodarse a m:i vohmtad en la conducta que ha de seguir conmigo, sino yo a la voluntad de V. R., como· procuraré hacerlo con la gracia de Dios, aunque me lleve por caminos enteramente contrarios a mis deseos e inclinación y a mi propio cfr.. terio, el que someto desde ahora en absoluto y po1'. completo al ele V. R. para que disponga ele mí como mejor le parezca. 3.--Cuando estuvo en ésta, se me olvidó suplicarle teng-a la bon- • ~ ciad ele darme su santa bendición cüanclo menos dos veces cada día y, si tres, mejor. Es .una costumbre mía. Le agradeceré me diga qué horas señala para esto .. Estoy muy conte11ta y satisfecha de haberme entregado a su digna dirección y sometido a su obediencia; muchos bienes espero .de la bondad de mi Dios.por medio de V. R., si yo soy la que debo. 4;-Pida, Padre mío, al Señor y a la Santísima Virgen, y sobre todo a Nuestro Divino Redentor Jesús, ~n el santo sacrificio. de la Misa, que le muestre mi aima pecadora tal como está en su divina presencia, fué y quiere su Maj~stad que sea; pues no duelo que si V. R. le pide me concederá esta gracia, que será para mí una fuente de bienes, de delicias y de descanso, como lo es de angustias la idea ele que no me conoce. ¡ Cuánto 111e molesta el espíritu de so– berbia que radica en el fondo de mi alma ! Parece un monstruo sepul– ui.do vivo que, disgustado de su encierro, sale a cada momeúto ele la tumba con pretensiones de recorrei· todos los senos ele mi alma y ,enseñorearse ele la misma, conquistando para sí mi voluntad, a la: que· procura atraer con hablarm~ siempre en pro, nunca en contra, para hacérmé ver que soy lo que no soy, p~ra que, engreída con los

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