BCCCAP00000000000000000000852

XLIX. CUENTA DE CONCIENCIA; MARZO-MAYO I9II JI5 cía sentir más vivameF1te que nunca, pues, aunque me había despo– jado de él el Sefior, volvió a reproducirse en mí en mi trato con ellas, como me sucede siempre y acaba de sucederme ahora (me p 0 - rece) después .del último despo)o verificado pór Dios· por .medio de sus cartas fecha I' 7' 16 y 29 de abril, aunque ahora no es el afecto, sino el excesivo trato, y el demasiado pensar e~ ellas lo que me aparta dé Dios, me disipa y distrae. Como me canso de tanto escribir, ,no me detengo él- referir los efectos que ·produjo en mi alma su carta contestación a l?, mía dd 28 de marzo, sí sólo que me arrancó bien pronto el placer. o gus,n que expertmentaba y me producía el cariño que me tienen las relig10sas y me ocasio'nó más de cuatro congojas por recordarme en ellas mis pecados, pero los sufrí con .mucho gusto, porque deseaba: padeét'.r infinitamente más; y. que me valió también mucho para borrar de mis potencias el recuerdo, idea y af~cto de las cri~turas e introd.ucit en ellas a Dios· Padre, Hijo y Espíritu Santo, a quienes recurri mu– chas, muchísimas veces como impelida por la obediencia, dicif,ndo : ((rae de tu memoria toda especie que no .sea Dios; "de tu ent 0 )ndi– miento, toda idea y pensamiento que no sea el Verbo Divino», ,-tcé– tera, etc. ; esto· me manda· mi Padre, Dios mío, y entregándole el cuidado de las religiosas y de cuanto está a mi cargo, me abismab t en Dios Padre con maravilloso fruto, de un modo que no vw-do decir, en Jesucristo luego, y más tarde en la Divina Persona: tlel Es:– píritu Santo, con no menor fruto que en Dios Padre, hallando en todos tres acogida tan favorable, que no hay cuidado que me vinie– ran ganas de' apartame de Ellos ni de salfr de allí. De este recurs·o a Dios acarreaba tantos bienes a mi alma, que ésta, elevada hasta el mismo Dios, aun andando el calvario o estaciones del ;via crucis (con el cuerpo, se entiende), no hacía más qtie repetir: ((Vivo yo; no yo, sino que Dios Padre vive en mí : Vivo yo ; no yo, sino que J esucris– to •vive en mí i Vivo yo ; no yo, sino que Dios Espíritu Santo vive en mí:' Vivo yo; no yo, sino que todo Dios Trino y Uno vive en mí,• pues yo vivo, no en mí, sino en Dios. j Qué bien estamos aquí 1, j Esto sí que es vivir ! j Cüári bueno sois, Dios mío, para esta mise– rable, que así me unís y asociáis a Vos para que, convertida de al– tar y sagrario en preciosa custodia de vuestra l\1ajestad Divina (V. R: así· me mÉmdó en su carta fecha· 27 de agosto) y absorta toda en ITINERARIO MJ.STICO 22

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz