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302 CORRESPONDENCIA DE LA M. ÁNGELES CON EL P. MARIANO digo disgust(? en el sentido de intentar .perjudicar a· mi alma, que los demás me importan poco. Ella se justifica y me quiere hacer ver que no ha intentado hacerme ningún daño, y que ·está sufriendo ino– cente y llora. Pero yo sé que no es verdad (aunque sé también que no es ella sola la culpable)! y por esto le contesto, diciendo que me alegro de sáber que está sufriendo sin. culpa, como ella 'dice, pero que yo, como ya tantas veces se_ ha valido de la confianza que he teni-do con ella para hacerme daño, no puedo hablarle con la con– fianza que antes, aunque quererla y hacerla todo el bien que pueda sí. Me preocupa Sor N ., y estoy sufriendo por ella y no sé porqué. Yo creo que debe ser porque recibí t1n gran desengaño de ella al ver que no era lo que yo pensaba, y de~de entonces tengo así un cier– to temor de que no va a ser. buena para la comunidad (aunque para Dios sí, en esto no tengo ·ninguna duda), cuyo temor a veces se me · quita y otras se acrecienta; y estoy sufriendo por ella, porque yo quisiera que fuese buena no sólo para Dios, sí que también para la comunidad, donde haría mucho bien si cambiase de carácter o no sé qué,. y stifriría ella" también menos, porque sería más apreciada de todas ; pues aunque ella en su deseo de imitar a Jesús pide sufri– mientos y los desea, yo sé que sufre mucho interiormente al ver que las religiosas no la tratan o tratan con ella con la confianza que· 10 liacen conmigo. Esto es lo que más me preocupa en la comunidad y se lo digo para ya no pensar más en ello hasta que veriga V. R., pues me hace mucho daño pensar en las religiosas y el estar sufriendo por eTias. Nada más por hoy, sino que no se olvide de la suma necesidad que tengo· de que me humille de veras y aniquile por completo a fuerza de sufrimientos y humillaciones para merecer unirme con Cris– to en la .cruz, primero, y en el cielo, después. Su hija pecadora, que le ama de todo corazón, Sor Angeles Sorazu. Se me olvidaba decir que tengo vivos deseos de que me quite de la cabeza .toda .idea de _santidad y espiritualidad, haciéndome ver . que todo lo que hay en mi alma, o pienso yo que hay, fuera de los pecados, es una pura ficción y mentira, y que al efecto me quite de hablar y escribir· todo lo que hablo y escribo fuera de· mis pecados.