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290 CORRESPONDENCIA DE LA M. ÁNGELES CON EJ, P. MARIANO montaña, me eleva liasta Dios. No vuelvo á llon¡¡ más; no vuelvo a llorar mas, ni a sufrir tampoco, aunque me vea como me vea .. » .. j Pobrecilla de mí! j Cuántas veces habré llorado ya desde enton- ces acá! Y ¿ cuántas lloraré? Dios lo sabe. A más tardar, cada ve•n– ticuatrn horas, como no llore veinticuatro veces al día. Como no sé cómo empezar ni qué cuenta de conciencia dar des– de la última que le di, doy fin a ésta diciendo que; aunque es verdad que sufro por lo..que indiqué al principio y mucho más de lo "que allí digo, estoy bien con Dios, con quien me parece formo una fa– milia, pues se han estrechado los lazos de unión con El desde la tarde del Jueves Santo, que recibí un favor que no sé decir. Estoy de prisa y no puedo más. Un saludó de las religiosas. Su hija pecadora, que le ama de corazón y ruega humildemente le bendiga, Sor Angeles.