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248 CORRESPONDENCIA DE LA M. ÁNGELES CON EL P. MARIANO la carta con relativa calma ; ¡ tendría que discurrir ! ¡ Qué Padre Ma– riano! Ya sabía yo que me iba a humillar; pero no creí que me humülaría tanto.>> ¡ Pobrecilla ! ¡ Quién fuera como ella! L1 envi– dio por mil conceptos. 4.-El miércoles pasado me preguntó el Padre qué estaba ha– ciendo cuando me llamó al confesonario ; y suponiendo que lo sabía, le contesté que escribiendo. «¿ Escribes el tomo segundo?», me pre"'.' guntó. Y le contesté: ,rno». «¿ La cuenta de conciencia que quemaste'?» volvió a preguntar. «Una cosa pa'recida)), le contesté, no atrevién– dome a dejarle sin respüesta. ,,Escribirás los procedimientos de Dios contigo o tu vida interior, no la exterior», volvió a repetir. A lo que contesté que de todo un poco. No me preguntó más, ni yo le dije más. Luego me dijo que él también estaba haciendo una cosa, y era que a_ un hombre recomendado por el P. Ascunce, Jesuíta, que sabía y esaribía muy bien en letra de molde, le había dado la vida de S. Juan escrita por mí para que la escribiera en letra de im– prenta y en una cara sí y en otra no, en forma que se pudiera man– dar imprimir, si era voluntad del Señor que se imprimiera algün día (r). ¡ Puede inferir cómo recibiría esta noticia! 5.-Tenga la bondad, cup,ndo venga a Valladolid, de tomar una nota o recordar los muchos pecados que he cometido y confesado a V. R. desde diciembre acá, para que me absuelva de todos en la confesión que espero en mi Dios y mi Purísima Madre, tendré 'í:I consuelo de hacer con mi Padre de mi alma el gran día. o víspera de la Encarnación del Verbo Divino. ¡ Qué contenta estoy! ·ya es– toy absueltá de todos, pero quiero se1 1 absuelta nuevamente y por el Padre que mi Dios y mi Purísima Madre me han dado en tan solemne día (2). Y como soy tan frágil el~ memoria, temo si no me acordaré de todos los pecados que he cometido; por esto le digo que los. recuerde antes de venir. ¡ Qué contenta estoy! Hace tiem– po que disfruto de mucha ·paz y tranquilidad y de gran consuelo. ' ' (1) Cf. P. MELCHOR DE PoBLADURA, Una Flor siemprevi..,a, p.· rro-rrr. (2) Fué en marzo de r9ro cua,ndo la M. Angeles entendió' que se acercaba el tiempo de confiarse a la dirección ,espiritual ele quien había de guiarla segura– mente en ,Ja senda ele la santidad ; pero ya antes había entrevisto que sería un Religioso Capuchino, y el ,modo cómo lo conoció lo describía minuciosamente en la primera redacción de• la Autobiogrnffa•. Al sobrevenir, en octubre de 1913, el cese <le la dirección del P ..Mariano, la M. Angeles suprimió aquellos párrafos en que narraba dicha visión. Cf. Autol1iografía, p. 52.

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