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.. 242 CORRESPONDENCIA DE LA M, ÁNGELES CON EL P. MARIANO ·nér a V. R. tan lejos y pensar que cuando quiera venir a asistirme ya estaré ~ajo tierra, pues com.ó me ofrecí a Jesús hace cuatro años a morir com·o El., padeciendo toda clase de torturas y angustias·, y tales que cuantos presenciaran mi muerte me tuvieran como a su- Ma– jestad por herido de Dios, y este ofrecimiento fo he repetido muchas · veces y lo repito cada vez que me acuerdo, porque me obliga no sé quién a hacerlo así ¡ claro esti, nece~to de. ayuda en aquel. trance para poder" sufrir las terribles angustias que me esperan sin perder la con– fianza en la infinita bondad y misericordia de Dios (1). 3.-·He .tenido no sé si tentación o qué de no escribir .a V. R.; pri– mero, porque me parecía que era la mujer .más infame del mundo y que no debía. trntar con nadie ; después, porque tiene en·. su poder un libro escrito por mí que indica todo lo contrario· de lo que soy y de cuyo contenido está V. R. essandalizado; y tercero, porque voy a Dios por el mismo camino que todas y no tengo nada bueno que comunicar, no siendo que le diga mentiras, pues esto y no otra cosa son todas las cosas que pasan por mí. Por esto no le he escrito antes ; pero sí he escrito todos los días lo que me tiene mandado; llego hasta mis proyectos de ir al desierto (2). No puedo más: Mañana no escribiré. Se me olvidaba decir que el día I 5, por ·la noche, al verme cómo estaba ·sor N., me hizo quebran– tar el ayuno y <lesde entonces no he vuelto a ayunar. · Pide humildemente su bendici6n su· hija pecadora, que le ama de todo corazón, Sor Angeles . (1) El doloroso presentimiento tuvo uina• triste realidad, y el P. Mariano, por . incomprensiones húmana:s, ho pudo asistirla en el trance supremo de la muerte. (2) Véase la Autobiografía, p. 32.

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