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CARTA XXXIII, 12 FEBRERO 191 l 2 39 alma, lo consiguió con asegurarme que tenía en el mundo un Ministro suyo a quien (como e9 otro tiempo ·a los Apóstoles) había dicho: Accipite Spiritum Sanctum, etc. (1),. y habíá dado potestad para per– donarme todos los pecados cometidos y por cometer y encargaría el cuidado de conservar en su amistad y gracia mi alma y de conducir- . me directamente .a El sin perderme de vista lu~sta que me viese colo– cáda a su lado (de Jesús) en el cielo. Impaciente yo por conseguir cuanto antes la dich~ que Jesús me prometía; ·p~es había sufrido mu– cho y es.taba _cansada de tanto ésperar, <,¿ cuándo será esto, _Dios mío, cuándo?», le pregunté. A lo. que ine contestó Jesús: «;pronto, pronto,. en le primer confesor extraordinario que venga a. confesar .ª la Comu:. nidad, ya te lo dije». Me produjo tanta paz, tal contento y alegría, que, sacándome de la larga Cuaresma y Semana Santa, que para mí aún no habían pasa– do, me introdujo en el tiempo pascual, convirtiéndoseme aquel d_ía en el' más alegre y hermoso día de Pascua, que me d_uró hasta el día de Pentecostés, inclusive. Conque ya ve, Padre mío amad!simo, ·qué contento tan grande no tendré viendo verificado tan a la letra en la persona de V: R. lo que Jesús me había f>rometido (2). · Pido a su Majestad le pague cual sólo El. sabe y puede hacerlo tanta caridad como ha tenido y tiene V. R. conmigo y el gusto con que me absuelve de mis culpas, me alienta: y dirige ; y que me con– serve muchos afios para que me dirija hasta la muerte, y tio me pierda de vista hasta verme colocada al lado de Jesús, de Dios Padre y Es– píritu Santo y Nuestra Purísima Madre. 5.-Es· verdad que los· pecados de los cuáles tuvo la caridad (tan inmerecida en mí) de hacerse cargo, desaparecieron por completo ; y t 0 mbién es verdad que desde_ su última carta desapárecieron los temo– res. Hoy por hoy gozo de mucha paz y tranquilidad y vivo con gran con.fianza d~ que poseeré eternamente a mi Dios y mi Purísima Madre y obtendré todas las gracias y virtudes que V. R. me indica ; y que llegaré a. ser para Jesús una perla de honor, y le daré mucha gloria en el cielo, no porque en la acfualidád sea yo mejor que :;mtes 'ni vea ·en mí nada bueno en que fundar esta esperanza, sino porque me lo die~ V. R. y estoy ~esuelta a cumplir lo mejór posible con lbs debe- (1) ]Óan., XX, 22. · · · (2) Este párrafo se public6 en una nota de la Aiitobiografia, p. 360-361. ..