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472 EMILIO DE SOLLANA santos franciscanos, que tienen su correspondiente indicación en sen– das vitelas. Están representados los mismos que en el anteriormente reseñado, menos san Diego de Alcalá, san Juan de Capistrano y santa Coleta. 3) Un paso más progresivo se da en el Arbor Trium Religionum Sancti Francisci. Es un grabado de 52 X 40 cm.; su autor es « Francis– cus Bonifatius Sibenicensis », según reza la dedicatoria; se imprimió antes de 1595 17 • En el centro lleva una inscripción,en que se da a co– nocer el objeto: Arbor Ordinis s. Francisci in qua cum fratribus et sororibus insignioribus eius processus et origo cernuntur. Abrazando el tronco del árbol se ve a san Francisco, que está acompañado de sus doce primeros discípulos o compañeros. Vienen luego las ramas, que tienen la siguiente reseña: In primis acto ramis Conventuales sanctitate, dignitate, doctrina, et sanguine illustres continentur; in sex sequentibus Observantes, qui post Conventuales habuerunt ini– tium; postremo Cappuccini qui aliis moderniores sunt etsi capputium a Conv. iussu lo. XXII relictum reassumpserint. Sobre la rama de los conventuales se lee: Plantato Minorum Ordine non diu post plan– tationem suam Summus Pont. Inn. IIII M.CC.L. Non. Aprilis novellos ramos eius voluit Conventuales appellari; statuit in[super] quod ubicumque ecclesiae Fratrum Min. extitissent Conventuales vocarentur. En plan estadístico reseñamos que en las ramas de los conven– tuales (agrupando en uno los que van con otros compañeros) se nom– bran: ochenta ilustres por su santidad, sesenta por la dignidad ecle– siástica, veinticuatro por su doctrina, y por la nobleza de su sangre quince varones y diecisiete mujeres. Entre los observantes se desi– gnan: treinta y tres ilustres por su santidad, veintiseis por su digni– dad, treinta y cuatro por su doctrina y once religiosas. De los capu– chinos se dan veintinueve nombres. Se ha de advertir que en este grabado las figuras son un mero motivo decorativo, por cierto nada artístico, como se demuestra en la sección destinada a los capuchinos, en la que para los veintinueve nombres se ponen cuarenta y nueve figuras; por lo cual claramente se ve que carece en absoluto de valor iconográfico. 4) Epilogus totius Ordinis Seraphici P.S. Francisci. Su autor es fray Vidal de Alcira, O.F.M.Cap. (t 1654), alumno de la provincia de Valencia. Fue editado en Amberes, 1626, grabado por Pedro de Iode, bajo el mecenazgo de don Juan de Montoya, quien lo dedica a los 11 Copiamos la dedicatoria: F. Constanti[n]o Sarnano S.R.E. Card. amplisso. ordinis Sti. Francisci arborem Franciscus Bonifatius Sibenicensis dedicat et consecrat. Teniendo pre– sente que el card. Sarnano fue elevado a la púrpura en 1586 y murió en 1595, ponemos la fecha de este árbol entre dichos años.