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SIXTO V Y EL EXCUSADO 373 en Roma que hable de nuevo al papa sobre el tema, haciéndole ver las dificultades y el gasto que supone aquella guerra, y todo « por no quebrar un punto en lo de la Religión » 8 • El interés que desde el principio mostró Sixto por la guerra de Flandes ofreció a Madrid la mejor de las oportunidades para insistir en sus gastos, dificultades y carácter eminentemente religioso. A toda propuesta de nuevas empresas contra herejes o infieles, el Rey Cató– lico se excusaba indefectiblemente con los gastos de la guerra de Flandes en la que, según frase de Olivares al papa, « estaba metido hasta los ojos » 9 • Con esta insistencia, Madrid trataba de librarse de las inoportunas presiones del papa, siempre soñando con nuevas empresas facilitando al mismo tiempo la prórroga del Excusado concedido expresamente para sofocar la rebelión de los Países Bajos. Olivares debió encontrar en la prórroga de la Cruzada y Excusado más oposición de la que él se imaginaba al principio; para vencer cuanto antes toda resistencia, aconseja al rey que escriba personal– mente al papa. Felipe II, sin perder tiempo, se dirige a Sixto con una carta autógrafa fechada en Monzón el 21 de agosto; en ella, después de agradecer la concesión del Subsidio, insta que se le prorroguen igualmente la Cruzada y el Excusado, cuyos ingresos se dedican a fines tan santos como son la guerra contra los herejes e infieles: « Muy Santo Padre, la prorrogación del Subsidio que Vuestra San– tidad me concedió en entrando en su Pontificado que alargue Nuestro Señor muchos años, he tomado por señal de que en las otras dos gracias me ha de hacer la misma merced que en aquella, que fue muy particular por haber venido tan presto; y suplico a Vuestra Santidad que tenga por bien de prorrogármelas desde luego porque ya es corto el tiempo de aquí a que expiren las pasadas, para dispo– ner lo necesario al vigor [?] de las prorrogaciones que creo que Vues– tra Santidad será servido concederme, pues con tan gran celo favo– rece los efectos en que se emplea lo que se saca destas gracias; y si se consideran los gastos excesivos y ordinarios que, de muchos años acá hago contra infieles y herejes. y que sin esto mal podría pasar con ello adelante, confío que Vuestra Santidad tendrá por bien empleados, y que no dilatará la ayuda que tanto es menester a este su más obediente hijo, que lo espera de su santa mano como más particularmente dirá el Conde de Olivares a quien me remito. Nues– tro Señor guarde a Vuestra Santidad como deseo. De Monzón a 21 de agosto 1585. Muy humilde hijo de V. Sd. el Rey Felipe » 10 • Esta carta llega a Roma acompañada de otra para Olivares al 8 Felipe II a Olivares, 28.VIII.1585 : ibid., f.229; id. a id., 1.XI.1585 : ibid., f.146; Oli– vares a Felipe II, 28.VII.1585 : ibid., f.105. 9 Olivares a Felipe II, 8.VII.1585 : ibid., f.104. 1 0 Arch.Vat., Nunz.Spagna 13, f.416; cf. Nuncio de Madrid a Rusticuci, 13.VI.1585 ibid., f.369.