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358 LINO G. CANEDO ban erigir otras cinco iglesias más, con sus conventos. El rey mandó (Barcelona, 7 de mayo de 1519) que se les proveyese de lo necesario tanto para las viejas fundaciones como para las nuevas, en cada una de las cuales se proyectaba que residiesen cuatro religiosos. Consta que se le pagaron fuertes cantidades para la compra de solares, he– rramientas, ornamentos, medicinas, libros, y para el pasaje de hasta veintiún religiosos. Estos religiosos debieron embarcarse a fines de 1519, pero sólo llegaron a Santo Domingo cinco o seis de ellos, vién– dose los restantes obligados a tomar tierra en Gibraltar. Entre estos últimos se encontraba el propio fr. Juan Vic;ant, quien en marzo de 1520 trataba de reembarcarse con los quince rezagados. Se le concedió efectivamente el pasaje y matalotaje para estos quince frai– les por real cédula fechada en Tordesillas a 9 de marzo de 1520, y en su virtud sabemos que fueron provistos para la Española fr. Julián de Alan y fr. Juan Maestres en octubre de 1520 - quienes no sé porqué causa solo pasaron en 1522 - mientras en agosto del mismo año 1520 habían sido provistos fr. Juan de Arévalo, fr. Buenaventura, fr. Antonio de Mondragón y fr. Juan de Córdoba, cuyo pasaje, junto con el del provincial de Santa Cruz fr. Pedro Mexía que los condujo, ya se pagaba en Sevilla el 15 de abril de 1521, señal de que llegaron a Santo Domingo en los comienzos de dicho año 22 • 3. - Fracaso y balance. Fidelidad a un propósito Estos contratiempos significaban el fracaso de los grandes pla– nes franciscanos para las misiones de Cumaná. De los once o doce 22 Las reales cédulas relativas a esta expedición comienzan con las dirigidas a los ministros provinciales de las provincias franciscanas de Castilla, Andalucía, Santiago y Santoyo, y al custodio de la custodia de los Angeles, a los oficiales de Sevilla y de la Española, todas fechadas en Barcelona a 5 de mayo de 1519; las complementan otras al comisario general de S. Francisco, a los oficiales de la Contratación, su tesorero Sancho de Matienzo, y a los oficiales de la Española, fechadas también en Barcelona a 7 de mayo. Las publica OTTE, Cédulas Reales, n.60-71, p.112-122; algunas lo habían sido ya por Ortega, La Rábida III, 233-237, donde se registran también varias órdenes de pago. La provisión - y órdenes correspondien– tes - pueden verse en AGI, Contratación, leg. 4675B, f.102v-106. - Cinco de los franciscanos pasaron a la Española en la nao « San Antón», del maestre Miguel de Aizpea, quien llevó además unas veintitrés toneladas de ornamentos, libros, campanas, vestuario, chinchorros para pescar y otras cosas, entre ellas parte de los mantenimientos de los restantes diez y seis religiosos de la expedición. El flete de esta carga, junto con el pasaje de los cinco reli– giosos, fue mandado pagar el 19 de junio de 1520, lo cual permite conjeturar que la nao había llegado a Santo Domingo hacia abril de aquel año. Los ornamentos, libros, vestuario, chin– chorros y mantenimientos quedaban en Santo Domingo en poder de fr. Andrés de Valdés - el veterano misionero del Darién - a quien el P. Vigant había comisionado para ello (AGI, Contratación, leg. 4675B, f.124v). Entre fines de 1519 y principios de 1520 debieron pasar a la Española otros diez franciscanos - cuyos nombres conocemos - bajo el comisario fr. Antonio de los Angeles; habían sido mandados proveer el 20 de julio de 1519 (ORTEGA, La Rábida III, 233; CASTRO SE0ANE, Aviamiento y catálogo, 109).
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