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FRANCISCANOS CONVENTUALES DE ARAGÓN EN EL SIGLO XVI 339 5. El quinto documento es una patente del P. Francisco Boix, firmada en Huesca el 10 de septiembre de 1525 durante la celebración del capítulo provincial, en el que sin duda acababa él de ser elegido para gobernar la provincia aragonesa. El P. Boix es nombre nuevo en la serie de maestros provinciales de Aragón. Llena el vacío que hay entre el P. Pedro Mir (1522-24) y su eventual sucesor y el P. Miguel Serrabona (1529-1532) 19 • El recién electo manda al guardián y frailes de San Francisco de Tudela que no consientan a la confraternidad clerical de S. Dionisio, de la misma ciudad, hacer determinados cul– tos en la iglesia conventual. Son cultos tumultuosos y causan daños en la sacristía. Podrán permitirles hacer sus aniversarios, no otra cosa. 6. El sexto y último documento es también una carta de los diputados aragoneses, ahora no para defender a los conventuales de los manejos de los observantes sino para evitar que el P. Francisco La Torre, insigne por sus cualidades, sea enviado por sus superiores de provincial a Portugal. La carta va dirigida a la princesa Goberna– dora, Dña. Juana de Austria, hermana de Felipe II y fundadora años adelante del monasterio de las Descalzas Reales, de Madrid. En 1554 Juan III de Portugal2° y su mujer Doña Catalina de Austria 21 pro– movían en su reino la reforma de los franciscanos conventuales y agregación a los observantes. Quizá para parar el golpe los superiores generales buscaban un religioso de relevantes cualidades que poner al frente de la provincia conventual portuguesa. El P. Francisco La Torre era de vida ejemplar y predicador de mucho crédito. Los diputados pedían a la princesa, por otra parte nuera de Juan III y madre del príncipe D. Sebastián, que no consintiera fuera el P. La Torre enviado allá, porque con ello Aragón perdía mucho en un mo– mento en que tanta falta le hacían varones de valía, tanto más que acababa de morir Fr. Pico, conventual, de mucha ciencia y prestigioso orador sagrado. El P. La Torre hará poco bien en Portugal. Mejor 25 de mayo de 1509 en Monumenta Ordinis Minorum, Salamanca 21511, tract. I, f.214v-216v. Lo relativo a Cerdeña y Aragón, f.214v-215. Además de los tres conventos dichos devolvieron los observantes el convento de San Francisco de Valencia, sobre el cual no alegan derechos de– rivados de concesión pontificia, aunque en 1505 el P. Delfini no lo incluye tampoco entre los conventos que pone bajo la obediencia del P. Cirach (cf. nota 15). 19 SANAHUJA, 266-267, 2 0 El P. Andrés da ínsua (Tordesillas, 28 de agosto 1554), en carta a Juan III, le dice que el príncipe Felipe ha dado orden al Consejo de preparar la reforma de los conventuales y termina: « Sprevo isto a Vasa Alteza pera que saiba que tambero qua chega a refor– ma<;ao e pera que Vasa Alteza acabe dasentar o que tem come<;ado ». Publicada por el P. Fernando F. LüPES, O.F.M. en Arch.lb.Amer. 2 ép. 12(1952) 67. 2 1 Ese mismo año la reina Catalina pedía lo mismo a Roma. Cf. José Sebastián da Silva DIAs, Correntes de sentimento religioso em Portugal (Séculas XVI a XVIII) I, Coimbra 1960, 140. Sobre la reforma de los claustrales desde 1500 a 1568 en Portugal, véase p.137-145. Amplía y confirma lo que he escrito en Arch.Ib.Amer. 18(1922) 311-313.

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