BCCCAP00000000000000000000833

FRANCISCO EIXIMENIS Y LOS ESPIRITUALES 257 Sectas cristianas Quedan todavía las otras sectas, los herejes. En los capítulos 24-26, Eiximenis, siguiendo como él dice, y es cierto, a San Isidoro en sus Etimologías, y obedeciendo asimismo a su gusto por las brillantes enumeraciones y también por las dimensiones más o menos iguales de los capítulos, da una retahila de nombres pro– pios de herejes con sus doctrinas. Pero, en este volumen, su autor quiere ante todo y repetidamente referirse a las sectas y herejes de su tiempo. Tales sectas, con nombre cristiano, son diversas; las cuales, por haber entendido mal las Escrituras, han ocasionado innumerables errores 16 • Estas sectas mismas se llaman cristianas; pero contienen « algún cisma o distinciones con noso– tros ». Con todo - dirá Eiximesis empleando su característico des– dén - lo cierto es que son hombres sin letras y de poca categoría, a quienes Dios, por sus ocultos juicios, ha permitido caer en sus errores, como los judíos y sarracenos en sus diferentes locuras, que establecen y predican como fundamento de su ciencia 17 • Pero Eixime– nis, discípulo poco fiel en esto a San Isidoro, utiliza la palabra «secta» de un modo imprevisto, puesto que, siendo seis las sectas que el autor franciscano declara existentes en su tiempo, incluye en ellas como última « la secta de los cristianos », error de expresión que no, sólo aparece en este momento 18 • Además, subyugado el autor por un ambiente - y a la vez por cierta tradición escatológica y astro– lógica -, relaciona cada secta con un planeta, correspondiendo el de Jos cristianos al sexto y último. Dignidad de la condición cristiana Apuntados tales antecedentes, es hora ya de que hagamos hinca– pie en la « secta cristiana », aunque con una extensión limitada de textos eiximenianos ante el sinfín que de ellos podrían alegarse. Mirando sin cejar Eiximenis a la verdad y dignidad de la vida cristiana y a la consecución de la bienaventuranza eterna, en con– traposición a cuanto predican los enemigos del cristianismo, esta– blece reiteradamente y con mil matices que Jesucristo ha dado al mundo las leyes cristianas como caminos justos, posibles, nobles y excelentes para llegar a la gloria 1 ". Por Él los cristianos consti– tuyen el verdadero pueblo de Israel, ya que han dejado de serlo los 10 Cap. 22. 11 Cap. 93. 1s Cap. 188. 10 Cap. 165.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz