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264 NOLASCO DE EL MOLAR Aquí como en otras partes Eiximenis sigue a Joaquín de Fiore : cálculos y suputaciones de fechas; Iglesia carnal que va a refor– marse; aspiración a la Iglesia primitiva con su vida contemplativa, donde reinarán el silencio y la paz 37 • En ambos autores el Anticristo juega un papel importante. Buscando ambos un apoyo, los que en Joaquín de Fiore son doctores catholici 38 , en Eiximenis aparecen « sancts doctors », quienes resultan ser, a fin de cuentas, el propio Joaquín de Fiore, Ubertino de Casale y Arnaldo de Vilanova. Es este el último tiempo o edad de la Iglesia, que pronto va a realizarse y en el que tendrá lugar también el fin de esta secta que Eiximenis tiene particularmente y sin cesar ante los ojos: la secta del judaismo. De ello, según el fraile menor, existen profecías, y, para mayor certeza, « con nosotros concuerdan los astrólogos » 39 • Mien– tras tanto, la santa Iglesia cristiana sufre a los judíos para hacer reverencia « a nuestra cabeza y maestro Jesucristo, a su Madre, digna de reve– rencia, y a los santos apóstoles, que fueron de linaje judío. Luego los soporta porque es cosa cierta por las profecías que finalmente, en breve, habrá gran conversión de ellos a la fe católica por la misericor– dia de Dios; y, entonces, trateremos con ellos como hermanos que serán más fervientes en Jesucristo y provocarán a los cristianos a amar a Jesucristo con mayor fervor y fidelidad que no harían. En– tonces, como hombres que han sido enemigos nuestros, darán testi– monio de Jesucristo con mayor eficacia que los cristianos » 40 • Eiximenis en este primer libro de su vasta obra literaria libro escrito entre los años 1379-1381 -, plantea, con inusita– da amplitud y con considerable profundidad, su visión de la condición cristiana fundada por Jesucristo y también por los apóstoles. El trayecto recorrido de esta condición cristiana has– ta los días del autor gerundense ha sido largo y sembrado de adversidades y deslealtades. Enemigos suyos han sido los judíos, los mahometanos y muchísimas sectas, cinco de las cuales tienen vida en tiempo de Eiximenis. Las deslealtades, después de los após– toles, han abundado de un modo preponderante. Pero el autor como « espiritual » advierte que el reducido grupo de « contemplativos » que ha ido representando el espíritu y vida de los apóstoles va a desarrollarse en una multitud dominante hasta convertir la tierra en un trasunto del paraíso o ciudad celeste, al abrirse en breve el séptimo sello del Apocalipsis. 37 H. DE LUBAC, ob. cit., III, 461ss, 467, 480-484. as !bid., 477. 39 Cap. 102. ,o Cap. 205.

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