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132 SERAFÍN DE AUSEJO haustiva. Sí quisiera, sin embargo - también aquín « con brevedad de· sermón», pero con relativa solidez exegética e histórica-, examinar de cerca cuál es el sentido de esas palabras en el texto sagrado. Y no· sólo en san Pablo, sino también en Isaías, donde aparecen por primera vez. Y quisiera, por último, averiguar cuál es la exégesis que san Fran– cisco supone en su Regla y en qué sentido relaciona la frase bíblica con la predicación de sus frailes. He visto en mi estudio que la cuestión es bastante complicada, tanto por lo que se refiere al texto bíblico y sus versiones, como por· lo que hace a la interpretación medieval de este texto en tiempos inmediatamente anteriores a nuestro Padre. Procuraré exponer las· cosas ordenadamente. I. - EL TEXTO DE Rom. 9, 28, FUNDAMENTALMENTE TOMADO DE Is. 10, 22s,. Y SU SENTIDO 2 Naturalmente, al incluir ese pensamiento bíblico en su Regla, Francisco no se propuso averiguar cuál era el sentido del texto de· Isaías, y mucho menos, cuál es el valor que esas palabras del pro– feta tienen en la versión de los LXX o en el texto hebreo. A lo más, se limitaría a tomar esa frase directamente de la carta a los Romanos según el texto latino. Sin embargo, no estará de más, para ver la evolución del pensa– miento desde el profeta a san Pablo y de éste a san Francisco, exa– minar un poco ese texto bíblico, primero en Isaías y luego en el Apóstol. Y el10 1 en el texto original y en las versiones griega y latina.. 1. - Sentido de la frase en Is. 10, 22s La perícope de Is. 10, 20-23 reviste características plenamente· isaianas, tanto por su estilo como por las circunstancias históricas que en ella se reflejan. Podrá discutirse si el profeta se refiere a los. tiempos de Acaz (736-721 a.C.) o de Ezequías (721-693 a.C.). Pero, evidentemente, la perícope está encuadrada en el ambiente histórico· en que vivió el profeta. En Is. 10, 5-19 anúnciase cómo el reino de· 2 Para este apartado me sirvo de las ediciones siguientes: la 8• de Kittel-Kahle para él texto hebreo; la de Rahlfs para el griego de los LXX; la 24• de Nestle-Aland para el griego del Nuevo Testamento; la manual de los Monjes de la Abadía de San Jerónimo, de· Roma, para la Vulgata latina. - No cito bibliografía, que es muy abundante, especialmente· para Isaías, porque he procurado limitarme a estudiar atentamente al texto en sí y en su contexto, para dar con fidelidad su sentido, sin entrar en discusiones, inútiles para nuestro· caso. Casi únicamente me he servido del diccionario hebreo de L. KoEHLER, Lexikon iw Veteris Testamenti libros, Leiden 1953, y del de W. BAUER, Worterbuch zum Neuen Testament, .. Berlín 51958.

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