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DEL ÁRBOL SERÁFICO 471 Al narrar una visión de fray Jacobo de Massa, dice el texto de las Florecillas que « vió un árbol bellísimo y muy alto, cuya raiz era de oro, y los frutos del árbol eran hombres, todos ellos frailes menores. El número de sus ramas era como el de las provincias y cada rama tenía tantos frutos cuantos frailes tenía la provincia; así supo el número de frai– les de toda la orden, cada una de las provincias, con sus nombres, edades, oficios, propiedades, grados, dignidades... » 15 • Sea de ello lo que fuere, veamos de reseñar los árboles seráficos de que tenemos noticia. 1) S. Francisci Arbor. Es un grabado, de 295 X215 mm., sin firma, probable ilustración de algún libro, que creemos fuera de la segunda mitad del siglo XVI. Al pie lleva el título que hemos copiado. Está dividido en dos secciones por una leyenda que dice: Stipite Francisci antiguo est bona reddita proles - namque bonos fructus fert bona plai1.ta suos. La sección inferior, que ocupa una tercera parte del gra– bado, presenta a san Francisco sentado y teniendo a uno y otro lado a sus doce primeros discípulos. Sobre la figura del seráfico padre hay un escudo que oculta el tronco del árbol, el cual ocupa la sección superior; en sus ramas y dentro de otros tantos círculos están los santos de la Orden seráfica; de la primera están los cinco protomár– tires, los siete mártires de Ceuta, san Nicolás mártir, san Antonio de Padua, san Buenaventura, san Luis de Tolosa, san Bernardino de Sie– na, san Diego de Alcalá y san Juan de Capistrano; de la segunda se ven a santa Clara y santa Coleta; y de la tercera santa Isabel de Hungría, san Luis de Francia, san Ivón y san Elzeario. En la cima se ve la Virgen con el Niño Jesús, que tienen esta leyenda: Mater Dei, meniento mei. En la orla de cada círculo va el nombre del santo co– rrespondiente y el año de su muerte. Un ejemplar de este grabado se conserva en el museo franciscano de Roma. 2) Como ilustración de la segunda parte de la obra del padre Gonzaga 1 6, encontramos otro árbol seráfico, que se adapta mejor a la idea de las Florecillas, si bien no deja de ser una mera ilustración. Ignoramos quién sea el autor, pero sabemos que el libro se imprimió en 1587. Aparece san Francisco recostado sobre el libro de la regla; de su pecho nace un árbol, en cuyas ramas están las figuras de los 15 Floretwn S. Francisci Assisiensis. Liber aureus qui italice dicitur I Fioretti di San Francesco, ed. P. Sabatier, París 1902, c.48, 196. 16 Franciscus GONZAGA, O.F.M.Obs., De origine Seraphicae Religionis Franciscanae eiusque progressibus, de Regularis Observantiae institutione, forma administrationis ac legibus admira– bilisque eius propagatione, Rornae 1587, 154.

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