BCCCAP00000000000000000000817

désprehdi6•eL,moto1i: de la . bói'da y ¡todo nuestro "gozo en un pozo; ·y bien -hondo, por cierto r Se hicieron buceos, se tiraron -garabatos ·durante horas, mas todo inútil. En vista de ello, resolvimos enviar tres marineros con la curiara a· canalete, para<que nos trajesen -el otro motor quP habíamos dejado debajo del salto de Maihia. Salie– ron a las doce, y nosotros, es decir, los dos padres, Le– zaII1 __a y un indio, n9s quedamos allí sin recursos de nin– gún género a merced del auxilio que los enviados nos prestasen: Reirésarbri '' a fas füez del •íua ·siguiente con el otro motor, pero los indios que habíamos pedido para buscar el' sumergido; mientras nosotros seguíamos viaje, n o vi~ nie'ton porque se habían ido a una ' fiesta o kachiri que había 'en Mo-müran; sin embargo, -dejaron orden p ara que 'viniesen cuanto antes. Reañuciamós :.ia, marcha 97 las once,s pero el nuevo mo– tor tampoco funcionaba bien y nos ejercitó la paciencia durante todo '·el día; apenas si avanzamos algo. Bormi-– nios en la parte de arriba de un salto llamado Tatamí. Dimos allí con el- flaco del motor y_-arrancamos con ímp~tu. de mañana, ..negando al poco rato a la µnica casa que ~os, in,dios Schiri,aná ti.enen del lado de Venezuela en l,a ~ueng~.,del Paragua. El. lugar es muy pintoresco y se llama Aslasi-to. Bogábamos con cierto temor, pues éstos eran los in– dibi{de quienes tanto habíamos oído hablar, que si eran feroces antro:pófagbs, irreductibles · y niil historias más. Ténían lá Casa estratégicamente situada sobre un·a loma escabrosa; desde la.,cual se dominaba toda la curva que alli hace ·e1 río y gran parte de su curso superior e infe- 326'

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz