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Sacam'os ·• las cargas a '.tieri.'a e ·hicimos la sélecciónt de las mas ·h1dispensables, pues en adelante íbamos-a seguir co:h una sola curiara para no perder tanto tiempo ert los -arrastres y caJa.teos que, , según nos dijeron, se iban a multiplicar. ¡Eran pocos los que veníamos .encontrando hasta ahora.! '11.-DE MAIHIÁ A PARAMICHI; Por la mañana temprano salimos en una canoa .los dos misioneros, el. mecánico .Lezan1a . y cuatro ,Jndios a continuar.'. el viaje. ALcull,rto de hora llegamos al .salto de Maihia. Es éste un salto que por,todo debe tener u:nos vefnt; metros de caída, .pero .en · una. ,serle de ,chorreras y sa_Itos pequeños, con,.vueltas y revueltas, -sin ninguna vista interesante. Nosotros nos fuimos. por tierra a la parte arriba deLsalto; los mapnos ·arrastraron la canoa, unas veces p-0r los chorros, otras por tierra, ,_ en. cuyo tra-: bo,jo ga.staron seis horas . llegando a fas doce 'a donde nosotros les -estábamos esperando aún ' en ayunas. Hiel-" mos un ligero almuerzo y, ¡adelante!; pero el motor no qhéi'!a . prender y cuando prendía, caminaba con difüfü1.:. tad . Nos detuvlmos v'arias vecek á arreglarlo; triá.s siem– pre sin éxito, por lo que én. este dfa no ava.nza.inós caRi - ,, nada. La mafia.na . siguiente, el motor ,. pren,dió .. y, .. se aleg; a,-:– rop.. nue13tros , corazones, porque otra vez ·.•· renacía la. espe-1 ranza de llegar pronto a .la. frontera. iMas, a la media hora, al querer acercarnos á u:na .playa Junto al ·raudal de Klrlktrí, én lo que la canoa' atravésaba el chorro, 'se 325

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