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prueba, voluntad de hierro, memoria pronta, fácil expre– sión, manos aptas para todo trabajo, multiplicábase . en la iglesia, en la escuela, en las obras materiales, sin pun– to de reposo· y con tiempo desahogado para todo. Era sencillo, amigo fiel, de afable trato... En fin, un amigo suyo le retrató con esta pincelada : "Corazón de . oro sin mezcla de amargura". -Es lástima bien para sentir -prosiguió- que no se hayan recogido todos los pormenores de su vida, cua– jada de hechos edificantes, de acciones de valor, de no– tas amenas e instructivas. Como botón de muestra os referiré sólo la siguiente, que de golpe me viene a la memoria. Era clásica su abogacía en , favor de los menesterosos. Como en cierta ocasión el Gobernador Civil de Tucupita lanzase un decreto por ' el cual .los frentes de las casas debían tener el tejado de cinc, cosa no muy factible para las familias pobres, luego el padre Sa:rnuel abogó en fa– vor de ellas; pero, en mala hora, porque el Gobernador, considerándolo un desacato a la autoridad, ordenó le en– carcelaran. Cuando los encargados de la ejecución fue– rón a buscarle a su casa, · fueles respondido que el Padre se hallaba en el case1'ío de Vuelta Triste, ejerciendo los ministerios apostólicos. Allá le siguieron los enviados del Gobernador. Mas, cuando al ,llegar, le vieron debajo de un · árbol rezando el Oficio divino, y que ora se santi– guaba, ora se .arrodillaba, ora levantaba .los ojos al cie– lo, , a todo remo se vuelven para decir al Gobernador: -Coronel, no haga usted caso de ese hombre, por– que está loco; nosotros le hemos visto -haciendo visajes. Llegó a oídos del Padre lo sucedido. Al punto pide un gallo de los mejores que había en . la casa donde se hospedaba; regresa a Tucupita, va derecho a la oficina 24