BCCCAP00000000000000000000817
-¿Qué? -¿Oíste?' ¡Un 'tiro •eh la leja.nía'! --Si; rrie pai'eció oil"' algo. -'--¡Estamos encontrados; ':rvra'i:cano!' iES gente que nos ha ' résponciÍdo í -¿No seria el :eco, que tant'\i,s véces nos ha engañado? El loro alzó su vuelo y ''se fu.e craqueando. -No me parece. ¡Y el foro se fue! Voy a disparar otro tiro al aire, por si.acaso... ¡Pummm !... Esta ,vez no hubo respuesta. , Desilusionado. después de unos segundos; suelto la es– cppeta y voy a , acostarme, al lado de Marc~ano. -¿Lo ve, padre, cómo era el eco?· -,P~r9 ,esta _se_gpnda , vez :no me respondió. Es un eco bién astuto. ,,_¡ -En esto se oye un ruido continuado y espe~ial, co- mo de un cuerno o tubo que estuviera sonando. _, -'-- ¡Oye, Marcario, ' oye! iEs gente que está •'contestan– do! ---¿Cuál? .:_¡Ese ruido inonótóno qué se oye cada cortos interva– los! -"-¿No sei'a el viento que silba entre las ramas, .como tantas veces fo ha -hecho? ,-, --No,' ése ruido ":ho es del' viébto. Voy 8, dlspa.raf otro tiro. Detrás de mí se levanta .también, arrastrándose. Mar– cauo: El ansia de 'que sea cierto nos da fuerzas: Disparo otro ·tiro... El Yuido monótono seguía byéndose cada vez más cer– ca, a cortos intervalos. Ya no había duda; era gente que nos contestaba, ¡gente que venía hacia; hó~'oti·bs! 282
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz