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Las noches taciturnas constituían ui-'1 111.flernB'. Se re– producían las pesai:llllas acrécenta'ndas. A cada. 'foomen– to nos paré'cía oír un tiro. -:-) Qué ,~zn?ción -:-.~xclamó Marcano una vez_.:_'' si ·vié~ semos gente o sí oyésemos un Ür~ ,d~ v'~rdad! · ' Sonrió Mr. Perry y dijo: ;. . ' \ --En tiempos de guerra "JJ.i qu~r.emos oír tiros , ni ver caras. ¡Lo que son las cosas! . As'i pasamos., en la .mayor. inanición el, dí~. doce; .el día trece, .el .,.día .catorce... . Nuestr,a vida se . iba extinguiendo lentamente, ,como u1ta vela ., que se apaga por .falta de cera. No teníamos ya sensación en las extremidades; sólo un poco ·de calor en el pecp.o, lo sul'iciente,: para que, siguiera latiendo el cora– zón. . t;:,.11.-u~,,,L~RO SOBRE ¡~s RAMAS. Y amaneció el día quince de nuestra caída, que coin– cidi<t .ser en aquel entonces el primer viernes del mes de mayo: dos motivos e¡;pirituales que despertaron mi men– te adormecida para pedir con intensidad por mi c.;alva- - - ,_.. ;_ 1 ·: -~•:_, .::T(, ,_- ,,_, · ~ _ _ . _\, , ción y la de los que me rodeaban. ¡Primer viernes de <_:. '·' ¡· -,_.ye __, ¡..,,,;;::/ -_,;"-.. _, } mes, consagrado aL Corazón .sacratísimo de , Jesús! ¡Mes de 'níay~, d~dtcado ¡ nuesti:a dulcisill.1~ !\fadre la Virgen Mar.ía ! < Si , el .,.auxilio n~~ ha d~ verÜr del cielo'. ningún día más ~ropicio que hoy. Y se 1o pedí con confianza ,1: Sagrado Corazón de Jesús, poniendo por intercesóra a la, Saritisima VirgeN tezánd~la el "Acordáos". :):.. ..., ·- ' · . • ,• . . ' .· ' i, . _... .. ._· . . •. i/\, '' .. , A las dJez y media, hora precisa en que había sido el acontecimiento trágico de nuestro accidente, un foro o