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3."'-'-MOMENTOS DE ANGUSTIA. En realictad, de verdad, _si algo _ha . habido para:cmí de doloroso ;,en la vida, nacia como lo .que sufrí en aquellos terribles momentos en, que todo se ..me ponía de color gris, oscuro, negro-negro. En _los aviones. había perdido ya toda esperanza. . En la gente de .tierra que pudiera estar aún buscándonos -si no habían desistido ya, pen– saba-, .no .veía posibilidad de que diesen con _aquel pun– to diminuto de la inmensa selva, más difícil de encon– trat que úna águja en uri pajar. Eri los expedicionarios del ·agua', ¿"qué ésperaríza c~bía? Sisalieron al río Cuyuní, han tenido tiempo s'obrado de volver; luego, o no salie– ron';' o, s'( sálier on, nos hart abaild'onado, dándonos por mÍlertos; ta.Iei eran mis pensamientos' disparatados. Cualqi.liera de estas dos ideás era suficlerite por ·· si sola para volverme loco. ¡Y yo alli, teniendo a la vista 'irnos enfermos imposibilitados y un agonizante sin remedio humano para él! ¡ Ni agua para bautizarle! Me alejé unos pasos . para que no viera la turbación que me oprimía, me escondí_ entre la maleza, me postré en tierra y supliqué al Señor que, puesto que no había ya otro r,emedio . sino el divino, que lo mostrase, no por mí, ,sino, por aquellos enfermos . por quienes pedía si era prectso a co&t.a de mi •vida. Resistió la noche Mr. ·Grab · con agudos ··dolores en to– do el cuerpo qúe no le · dejaban un punto de reposo. Ca– da cua1;to •- de hora, o menos, me pedía le cambiase de posición:; ora le •acostaba de un lado, ora de otro, ora para arriba, ora ·le incorporaba · sos.teniéndole en mi re– gazo, ora volvíamos a la primera posición... Fue un con– tinuo desasosiego hasta el amanecer del día noveno; en 270