BCCCAP00000000000000000000817
8."-'-LA VICTIMA DJ~L ACCIDENTE. Hasta aquí no había tenido tiempo de prestar aten'– ción a los· cadáveres, porque 'me pareció más imperiosa la asistencia a los heridos. Nada más podía hacer· ya ·en fa– vor de éstos por el momento, así me dirigí hacia aquéllos. Remuevo palos y taplas, desdoblo hierros, saco bul– tos y maletas, me acerco, y observo que uno de ellos aún respiraba; era el anciano Mr. Armstrong Ferry. Le llamo, pero no responde ni hace séñal alguna. Tenía una pul– sación fuerte y bastante frecuente. En cambio, el otro estaba enteramente frío. Sin lugar a duda, ¡Alfonso Du– que babia muerto! ¡Había sido la victima del accidente, el precio exigido por la Parca en compensación de todos los demás que perdonó el Señor! Bajé los ojos, junté .las manos y elevé una oración al cielo por su eterno descan– so: Requiem aeternam dona ei Domine ... 9.-SOLO CON CUATRO INVALIDOS Y SIN AGUA. Iba a empezar el trabajo de separarlos y . extraerlos de aquel montón de desechos, cuando me acuerdo que era Ia hora de hacer otro disparo. Salgo, cojo .la escopeta y hago la detonación, que retumba por todo el ámbito de la selva. Espero unos segundos... No .llega la respues– ta. Vuelvo a hacer otro disparo, contengo el. aliento, agu– dizo los oídos... ¡Nadie contesta! El silencio más absoluto i1wade · aquella mansión tétrica, que me deja percibir cla– rar:nente los fatigosos resuellos de cada herido. Empiezo a inquietarme y a cavilar. Siniestras sombras pasan por mi mente. Hago otro disparo ... ¡Nada! 244
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz