BCCCAP00000000000000000000817

de.· que.íbamos,. a .prese1iciar algo serio, algo asi como una hecatombe; .Los nervios se me crisparon y el. ruido más insignificante me sobresaltaba: la caída de una •'fruta; el chasquido de una rama... El ambiente estaba denso; se respiraba corr-·dificultad. La descarga se veía venir; y yo déseaba\,que fuera pronto para verme.libre de ' aquel' agó– bio,aplanador que :rne,,atosigaba. ' Por fin, el director· de orquesta movió sU ' bátuta; fue 1111 rápidb fusilazo de cerro a cerro que iluminó' toda la selva descubriendo' el color y la sustancia cte 'élla. El es– tampido córrió a to largo del cañón en brincos ' deseo– ni tinales;' siguiéndosé a ello 'ún ·'repiqueteo de gotas gru'é-– sas. Esto fueél'a ;obertura. Hubo una ligeta ' páusa; y tras ella se inició el desenfreno de todos los elementos. Yo me s·entímudo de horror· ante el espectro de aque– n'a t~rm~~fatropical. Los rayos se sucedían con talra– pid~z que . aqueÚo era un .continuo fulgor, en tanto que los true11.os, u.nidos a los . ecos de sus f9rmidables detona– ciones, nó cesabaÍ1 de retumbar a lo largo de la garga~– ta montañosa, entre la cual nos hallábamos nosotros co~o ~na cascarlti indefénsa en medio del furioso océa– no. Parecía que se iba a cuartear el ·univet~o. No había r~fugio por .. to_do aquello. Forzosamente teníamos que se– guir la marcha bajo una lluvia torrencial que batía los árb0les ,y la tierra, nos cegaba y calaba hasta los tuéta– nos. El suelo, se· reblandeció y el barro se ,,pegabre a los zapatos, obligándome a un ,ma;yor esfuerzo. que me exte"– nuaba. Una ·hora duró aquel: diluvio. El'•'.relámps;go disminu– yó de frecuencia y el trueno se ftre alejando pausada'-' mente. Al fin, 'paró de Hover, y nuestros cuerpos · empeza– ron a sentir el escalofrío' de 1a rnójadura: Necesitaba fgg