BCCCAP00000000000000000000817
D.EL KARUAI AL TIRIKA 1.-EL HIMNO DEL MISIONERO. Ocho días tenía ya en Uonkén. Las provisiones merma– ban pavorosamente, y la excursión estaba aún en ~us principios. Aunque traté .de economiza1· lo . posible en– viando mis indios acompañantes a. cazar para que el jor– nal no les corriese tan de gracia, y aunque ellos regre– saban casi todos los días .con alguna pi~za volátil oterres– tre, mas aquella pollada de indiecitos, . constantemente a mi lado, me enternecía y me chupaba las tajadas, reser– vándome a duras penas el corazón y los hígados. Los ojos se les salían de. sus órbitas y estirab~n el cuello, como pa– titos, hacia la cazuela cuando les pegaba el olor del ade– rezo. ¡Pobrecitos! ¡Nunca habían probado más que car– ne asada sin sal, o a lo más· hervida con ají! 185
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz