BCCCAP00000000000000000000817

No estaban las grandes instituciones científicas del inundo pendientes tje la excursión de este fraile descal– zo; pero lo estaban, de seguro, los ángeles· del• cielo que esperaban almas para Dios; y humana, o geográficamen– te al menos, no resultó tan infructuosa, porque de ella sa– lió la elaboración del primer mapa-croquis de esta región ignorada, el cual posteriormente sirvió de rumbo a ae– ronautas e investigadores científicos. 3.-jQUIEN SABE SI VOLVERA! Calculaba que esta excursión me llevaría cerca de dos meses e hice acopio de provisiones para cinco perso– nas. Cuidadosamente puse en una maleta ligera, pero bien forrada, todo lo necesario para la celebración diaria del santo sacrificio de la Misa, y el 20 de septiembre de 1935 inicié la excursión, acompafí.ado de tres indios adictos, que me ayudarían a llevar la carga y a soportar los tra– bajos. Hice una visita al Santísimo Sacramento ponién– dome bajo su protección y la de la Santísima Virgen; me despedí de mi compafí.ero el reverendo padre Nicolás, y de todos los indiecitos educandos en el colegio; cargué mi fardo a cuestas, en el que llevaba la hamaca, el mos– quitero y algunas mudas; agarré mi bordón y... ¡ hasta la vuelta, si Dios quiere! Rompían la marcha mis tres indios con el cuerpo un tanto inclinado hacia adelanté a causa del guayare, en el que .Uevaban sus veinticuatro a veinticinco kilos de peso. Unos metros más atrás iba yo a lo scout -es decir, con el hábito arrezagado- y el rostro algo encendido por la. fiebre del viaje. Es un fenómeno que también a 163

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz