BCCCAP00000000000000000000815

215 El día que no haya niños en los parques, los colum– pios se oxidarán y la pradera florecerá en hambre de risas y pasitos cortos. 216 Vi la tristeza de una niña Hindú y comencé a pen– sar que la tristeza se podría pintar con ojos de niños hindúes. 217 La niña tenía los ojos tan azules que, cuando mira– ba las puestas de sol... pensaba que le habían puesto lentillas de color mientras dormía. 218 Vi en la prensa -a todo color- un niño. Los ojos azu– les como el mar, el pelo, caoba sin curar. Jugaba con su perrito en la pradera. Años más tarde lo he vuelto a ver con el mismo perrito... ahora de lazarillo cruzando la calle. Una metralla había roto los ojos del niño. Ahora mendigaba para él y para el perrito. - ¿Qué te pasó? - ¡La guerra! Me contestó. Como limosna le dije: "Maldita guerra". Y se lo entregué escrito en un billete de mil pesetas. - 99 -

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz