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y quedando en dolor de muerte herida, ,gue ya no duele al cutis, duele al alma... ¿ No ves allí, MUJER, aquella ermita? En ella ·confluirán presto las voces de cuantas fuerzas en mis nervios vi.bran : los ángeles, los sueños, los ensueños, liturgia, teología y poesía ... , habitadores cándidos de estrellas, y de lunas. Y en torno a la capilla, (PU,ede oírse U,n órgano.) hasta del pueblo la barbarie ingenua .se tornará en febril balada mística, y un solo tema nos dirá : ASUNCIÓN DE LA MADRE DE DIOS VIRGEN MARÍA. E ignoro ya si esta liturgia inmensa gue de mí brota y en el orbe vibra, ,es, en lugar de paz, remordimiento ... ¿ O es gu~ acaso el furor que en mí palpita es transverbación de tu presencia quieta, leve, inmortal, profunda y.. . mía? MUJER ( C onio en ex{ática divagación.) Estoy lejos de ti ... rápida huída ... , honda paz y castigo inextinguible de saberse ignorada y comprendida, y presentir la elevación doquiera, 91