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Y traeremos melodías <le más allá de la luna y del sol, sin fantasía, dejando al hombre en la tierra -que le sepa a maravilla. TEOLOGÍA Ya ves cómo Dios respeta tu libertad y poesía ... Todos somos para ti. Por algo los Sacramentos son para el hombre. Medita tu gracia de ser divino. Y ante la Virgen María escucha nuestras canciones ... ¡ Cantemos, hermanas mías. . . ! (Se van todos mientras se vuelve a oír algiín ver– sículo o antífoná anteriores. Queda un eco de rnelodía. Prepárese el arnhiente con una larga pausa impregnada de música e idealidad. El HOMBRE ha quedado en un ángulo, como aco– rralado por la escena anterior. Entra la MUJER. Tliste como hija de la Lmrn.) MUJER ¿ Qué músicas son estas que nacaran la soledad lunar de estos mis reinos? ¡ Oh mi casto vivir siempre en la luna ! ¿ Quién turba de emoción mi gran silencio? 64