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y el Buen Jesús en su defensa se arma, pues ya María solamente oía el dulce son de su eternal palabra. A nutrir a Jesús Marta atendía ; y María con El, sola, se sacia. Así para Jesús Marta dispone, con el cariño de su acción humana, el gran convite donde ya María, a solas con su Dios, se recreaba. Tal es el privilegio de María, la Madre de Jesús, llena de gracia, hoy a los cielos asumida en carne mortal, a quien los ángeles ensalzan. Diréis : ¿ Cómo subir hasta el Empíreo la carne de mujer, gue ya enterrada yació ·y durmió sobre sepulcro inerte? ¡ Misterio y poderío de la Gracia ! Por eso en este día, hermanos míos, yo quiero que grabéis en vuestras almas cómo hay dos asunciones que posibles le son a la naturaleza humana. La primera asunción la hacen los sueños, y ese extraño poder, que amor le llamanº Pero es una asunción de fantasía, y se queda en au:;encia. o gloria vana. Y es la segunda, la asunción aquesta que Dios realiza con la carne y alma de María ... y del hombre o la mujer que hacia su Dios se asciende por la gracia. 108

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