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Oíd el Evangelio de esta fiesta que en esta Misa de entonarse acaba ; «En aquel tiempo se acercó a un castillo Jesús ; y una mujer, por nombre Marta -la hermana de María Magdalena-, con doble amor le recibi6 en su casa.)) Y el divino Agustín así comenta este pasaje de las dos hermanas : «Sabemos por la voz de este Evangelio que a Jesús hospedó, piadosa, Marta; y mientras ésta, con ternura inquieta, se desvivía por su estancia grata, su hermana Magdalena, quedamente, a los pies de Jesús, suave, escuchaba. Marta se daba, y henchíase María ; aquélla trabajaba, y ésta holgaba. Dolió.se Marta, ante el 6eñor amigo, de la holgura egoísta de su hermana. Y en vez de juez, haciéndose abogado, Jesús Maestro respondióle a Marta : « ¡ Ay Marta, Marta !, sobre muchas cosas te mueves y te rindes ocupada, sin sosiego, ni paz, ni acción discreta ; y sólo hay una cosa necesaria ... María se eligió la mejor parte y no hay poder capaz de arrebatársela. n Mirad la acusación, hermanos míos, y la sentencia que el Señor proclama. Su hermana la presenta como rea ; 107