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en la casa y todos comprobaron la realidad del su– ceso. Se hizo inmediatamente una capilla por orden del sacerdote que se ·encontraba allí, y muy pronto co– menzaron a venir las gentes atraídas por la fama del suceso. Cierto día, un señor, llevado de excesi– va curiosidad, se puso a raspar con un cuchillo los pies de la imagen. Donde tocó el cuchillo, brotó sangre. Las gentes circunvecinas acudieron a con– templar la imagen, y al día siguiente comprobaron, con gran tristeza, que todo había desaparecido . Conmovido el señor de la finca, mandó pintar una copia de la imagen sobre la pared de la capilla y encima del altiar. Los fieles siguieron venerándola y acuditndo a ella para ofrecer sus sacrificios, sus oraciones y sus promesas, y la Madre del cielo si– guió derramando sus gracias y bendiciones. Los fieles a-cuden deº·todas partes, y con gran fe y devoción desgranan plegarias de HJSario por los ca– minos y junto 1 a la capiila de la madre cariñosa, que también tiene en sus manos el rosario y rtza por todos sus hijos. A muchos ha devuelto Ia salud por medio ,del agua milagrosa de una fuent,e ,que se filtra desde la capfüa y brota a cierta distancia. La fiesta se celebra con gran solemnidad y los fieles se preparan con un novenario de misas can– tadas . 8o