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vador José Bello, tuvo en cierta ocasión un miste– •r\ios,o 'suemo, en el ;que •contempló \ma preciosa imagen de J.a Santísima Virgen vestida de Pastora en un gran templo. -En esto creyó ver una inspiración dd cielo, y decidi6 p~ner manos a la ,ob;~. Ya se ,dis– ponía a encargar a, España una imagen, cuando he aquí, que en las afueras de la ciudad se encontró a un anciano religioso que con unos cuantos obre– ros trasportaba una pesada carga. Ofreció al Padre su casa para descansar y en su conversación le relató el' sueño que había tenido y su proyecto. E l religioso le ofreció la imagen que llevaba para que la co1ocas•e en la iglesia que pensaba construir, y por la noche, misteriosamente, desapareció. La iglesia se comenzó_ con grandes sacrificios. A los dos años estuvo terminada. El 8 de abril de 1745 se bendijo solemnemente. Era un templo de tres naves que únicamente duró hasta 1812, en que fué destruído por un terremoto. Con el esfuerzo y el sacrificio de muchas personas se logró levantar una iglesia provisional, en la que se dió culto a la Divina Pastora durante varios años. Pero el pueblo cristiano y -especia~mente las ·a-lma:s --devotas -cle -la Virgen humilde y sencilla deseaban algo más digno para la Reina d·el cielo. Se •hizo eco de e.se fervor el virtuoso sacerdote jesuíta P. Angel Martínt:.z, quien, con grandes e innumerables sacrificios, em- JO