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.abrió su ca1on ; mas al ver que contenía la imagen de la Divina Pastora, mandó llevarla al Vicario de .Barquisimeto que era quien había hecho dicha so– licitud. Pero el cajón se volvió pesadísimo y no hubo modo de transportarlo . Se avisó al Rector de 1~ Concepción, y éste, viendo en ello una señal del cielo, determinó que la colocaran en una de las na– ves laterales de la iglesia de Santa Rosa. El culto y la devoción fueron en aumento, y se comenzó a celebrar la festividad con gran solemnidad el día 8 de septiembre. En e1 terremoto del 26 de marzo de 1812 la iglesia quedó destruida, pero el altar de la Divina Pastora y el techo que la cubría quedaron intactos. E l suce– so milagroso causó gran admiración, y los fieles co– braron más fe y confianza en su protectora. Duran– te algún tiempo se le veneró en una capilla provisio– nal. E.l 30 de agosto de 1864 fué trasladada a su nueva iglesia. Los años fueron pasando y el tiempo fué haciendo sentir su huella en el edificio. Hace algunos años se emprendió la restauración del mis– mo y se colocó la imagen en el trono de su peque– ña basílica . Son innumerables los milagros que se atribuyen a la intercesión de la Divina Pastora de Santa Rosa. El más célebre de todos ellos fué el acaecido .en 1856. Habiéndose declarado la epidemia de cólera morbus 66