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NUESTR1\ SEI'<ORA DE CHIQU lNQU IRA El origen de esta advocación mariana se remonta al año 1555. Uno de los conquistadores de Nueva Granada, llamado Antonio de Santana, construyó en su hacienda de Suta, a ocho leguas al este de Tunja, una capilla sencilla y familiar. Se la dedicó a Nuestra Señora del Rosario, y encargó a un her– mano leg'O ,domini-co, llamado Fray 1 Andrés de Ja-· draque, le proporcionase una imagen. El pintor Alonso Narváez le representó en una tosca manta de algodón, únicos lienzos que usaban entonces, una imagen de la Santísima Virgen. Estaba de pie so– bre la_media luna y tenía al Niño sobre el brazo iz– quierdo. Como le sobraba mucho espacio, comple– tó el cuadro pintando a la derecha la imagen de San Antonio, patrono del señor que había hecho el en– cargo, , y a la izquierda a San Andrés, patrono del hermano. Colocado el cuadro sobre el altar de la capilla, se le tuvo en gran estima y veneración hasta 1565, fe– cha en que se retiró por estar 1:xmy deteriorado y 45