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rios, y la Virgen Santísima dejó patente muchas ve– ces la eficacia de su intercesión. ' La imagen milagrosa, de madera y adornada con pedrerías y cubierta de orn, ha desapar,ecido con el tiempo, sin que la Historia nos haya referido las circunstancias. Sin embargo, no desapareció la de– voción de los fieles, hacia . 1626 se distribuyó en en– comiendas a los indios Guarenas, situados a 45 ki– lómetros al oeste de Caracas, y se estableció un pueblo con el nombre de Nuestra Señora de Copaca– bana del Valle de Guarenas. Se colocó una imagen labrada en cedro copia auténtica de la primitiva. En 1726 se fundó una Co– fradía para dar más solemnidad a las fiesta s , n lt, v o muy floreciente cuando a raíz de 1770 Benedicto XIV la enriqueció con indulgencias. De todo .el contorno de Guareµas se congrega– ban muchísimos fieles para honrar a la Patrona, de modo especial el 21 de noviembre. La fe del pueblo va expresada en la plegaria es– crita en cintas azules que se reparten el día de .la fiesta y que reza así: «Nuestra Señora de Copaca– bana, ruega por nosotros.>> 39