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se levantaba :a tierra . L e llamó poderosamente ia a tención al ver que no era efecto de la fuer za con que golp.eaba . Ayisó a su esposa y ambos se admi– raron sobremanera al encontrarse con una imagen– cita de la Saqtísima Vi rgen. T enía al Niño sobre sus rodillas y ambos estaban sost enidos por una media luna. De inmediato, la colocaron en el altar– cito de casa y allí acudió la gente a contemplar:a y a r ezar . A los pocos días fué tras ladada so:E.mnemente , po r disposición del párroco , a la iglesia y quedó colo– cada en el sagra rio del altar de la Inmaculada . Al día sig uiente, todos cuantos acudieron a la santa Misa observaron que había desapa recido el color oscuro de la imagen y se encontraba brillante y dorada. Un proceso informativo asegura que con el tiempo se produjeron junto a la Virgen Santísi– ma una s nubes y dos ángeles . Muy fervo rosas y concúrridas han r esultado siem– pre las f.e stivida·des en honor de Nues tra Señora <le Belén. Entre todas , merecen especia l mención las que se llevaron a cabo para la solemne coronación de la imag,en ; ceremonia que se verificó e-1 28 de. noviembre de 1929. Asistieron varios señores obis– pos, las autoridade s y numeroso público, integrado por miles de personas. Todos los años se ha celebrado solemnemente un 26