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UNDECIMA ESTACION: Jesús es clavado en la cruz « Cuando llegaron- al lugar llamado Calvario, le crucificaron» (Le. 23,33). Os adoramos, Cristo, y os bendecimos. Porque por vuestra Cruz redimiste al mundo. Señor Jesús, clavado en la cruz, inmóvil. Déjame que te mire y no intente aprender na– da por mi cuenta sino ser enseñado por TI. Sí, esto es santidad: dejar que nos claven . Decir amén a tu voluntad, siempre y para siem– pre. No consumir en hacer, las energías que son necesarias para aceptar. Ser perseguidos , entregar la túnica al que nos roba el manto. Encauzar la violencia -que es precisa para arrebatar el reino de los cielos- contra nos– otros mismos, contra la nativa inclinación a ejercer la violencia. Pues al fin y al cabo, Dios mío, no me pidas que te quite los clavos sino que me deje clavar contigo. Señor, pequé. Tened misericordia de mí y de todos los pecadores.