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los gustos de la época, que no eran muy artís– ticos que se diga, y cubrieron el artesonado, y otro tanto hicieron con las columnas. Y cons– truyeron un retablo para colocar en él la ima– gen de «Nuestro Padre Jesús del Perdón». La Casa de Quesada volvió a reclamar su derecho de venerar la imagen desde su tribu– na. Intervino la Autoridad Eclesiástica y le fue concedido el abrir otra reja en la nave lateral desde la cual pudiera asistir a los cultos. Se hizo la traslación y entronización en agos– to de 1866. En 1869, la imagen de Nuestro Padre Jesús del Perdón fue trasladada al altar mayor. Esta imagen, que decían era de Montañés o, cuando menos, de su escuela, fue destruida el 21 de julio de 1936. Debía «decir» tanto, que el santero -Francisco Olivares Galiana- fue arrastrado por ella hacia la muerte. Se hacía necesario reproducirla. Para este cometido se reúne la Junta General bajo la Pre– sidencia del Mayordomo Mayor -don Carlos Serrano- por ausencia del Presidente -don Dimas López-. Decide que una comisión va– ya a Madr.id en busca de un escultor . Allí le recom·iendan a Quintín de Torres, residente en Bilbao. Este se compromete a sacar una «per– fección de imagen» por sólo 14.000 pesetas.
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