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¡QUE SI! ¡QUE MERECE UN RECUERDO! Hablo de Doña Catalina Martínez , muerta ya hace unos años , concretamente en 1626. Su marido era don Pedro Núñez Mayorga, todo un conde de Aguilar. Pues que un buen día doña Catalina decidió poner los dineros para hacer la efigie de l «Sant o- Cristo de la Cruz a Cuestas», con la advocación «del Perdón» . Esto era hacia el 1608. Y ya el 16 de abril de 1609, la imagen fue «paseada» -litúrgicamente hablando-, por las calles de Manzanares. Era su primera sa– lida . ¡Era un Viernes Santo! Que sí. Que esto es verdad, está pero que bien avalado por testimonios serios y abun– dantes : un folleto impreso en Manzanares en 1902 y que contiene los Estatutos de las Co– fradías -que por cierto no eran escasas– así lo dice. Y lo dice también un grabado que está en poder de la familia Corchado y fir– mado en 1674. Estas son sus palabras: « El Santo Cristo del Perdón que está en la Villa de Manzanares , en el campo de Calatrava.»