BCCCAP00000000000000000000810

CAPÍTULO I LA INFANCIA Un sábado, día dedicado a la Santísima Virgen, nació San Lorenzo. Era el 22 de julio de 1559. Se cuenta de su madre, lo mismo que de la de Santa Clara, que estando esta noble señora, CU?O nombre era Isabel de Masella, embarazada, le parecía llevar en su vientre un pequeño sol o globo de luz, y que, en alguna ocasión, estando en un aposento oscuro vio salir de su vientre unos hermosos rayos. Dio a luz al futuro santo en la ciudad de Brindis, famosa desde la antigüe– dad clásica por ser puerto obligado del Adriático. Nuestro poeta Lucano la celebra en su famosa Farsalia, afirmando su origen minoico. Allí desembarcó Cicerón a su vuelta del destierro. allí murió Virgilio, el más insigne de los poetas latinos. En lo religioso alcanzaba también fama por su tradición católica, que mantenía desde su con– versión en el año 170 del nacimiento de Cristo, siendo su primer arzo– bispo San Lucio. Ha sido patria de varones ilustres y santos. Durante la época en que vivió nuestro protagonista la ciudad pe::tenecía al virreinato que mantenía en Nápoles la corona española, de manera que, aunque italiano de nacimiento, es español con todc derecho. Su padre, llamado Guillermo de Rossi, había luchado en el ejér– cito de Carlos V, y tal vez abrigase la esperanza de dedicar a su hijo a la milicia. No fue así, pero algo de la vocación militar de la familia habría de demostrar el santo, como tendremos ocasión de ver. J.\.éuy pronto comenzaría el niño, a quien se le puso por nombre Julio César, a dar muestras de sus extraordinarias cualidades, según el testimonio de su 7

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz