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sagrada como las catedrales a partir del año 1917, según acreditan las doce cruces de mármol incrustadas en sus paredes. Está además agre– gada a la basílica de San Juan de Letrán por concesión de Benedicto XV, según consta por unas letras apostólicas del 11 de noviembre del mismo año. Ésta ha sido la morada de San Lorenzo de Brindis. Fue primero enterrado, como ya vimos, en el panteón antiguo. Más tarde, aunque no se sabe la fecha, se trasladó al panteón nuevo, al pie de la iglesia, enfrente del altar mayor, y colocado en una caja con las armas de los marqueses, debajo de un altar al lado de la epístola, rodeado de reli– quias de santos. La mayor parte de estas reliquias desaparecieron en la guerra de la Independencia, de la cual se salvaron los restos de San Lorenzo, de la misma manera que antes en 1715, a pesar de haberse inundado el panteón, no sufrieron daño alguno. Con motivo de su beatificación fue trasladado a la iglesia, a un templete construido a expensas de don José Alvarez de Toledo, marqués de Villafranca. Posteriormente, a raíz de su canonización se le dedicó un nuevo altar gótico, donde se veneraron sus restos hasta que, con motivo de su proclamación como Doctor de la Iglesia, fue colocado en el presbite– rio, al lado del Evangelio, en una bella hornacina que le dedicó la Pro– vincia Capuchina de Castilla. Así, pues, todos los momentos de exaltación de San Lorenzo fue– ron vividos y sentidos con verdadero entusiasmo por el pueblo de Villafranca, que siempre ha ho::1.rado y celebrado la festividad del santo con actos no sólo religiosos, sino también profanos. En otro tiempo era costumbre inmemorial de los hijos del pueblo darle sere– nata, encendiendo hogueras delante del convento, dándole vivas y canciones al modo como en otras partes suele hacerse la noche de San Juan. Hoy en día, además del triduo preparatorio, el día de su fiesta (21 de julio), después de la misa solemne, se saca en procesión la ima– gen del santo y se organiza una verbena en el barrio de la Rúa Nueva, donde se halla el convento. Próximamente, según proyecto aprobado por la Junta de Castilla y León, la plazoleta de acceso a La Anunciada se verá adornada con una hermosa estatua semicolosal de bronce, obra del escultor José Luis Parés, debida a la iniciativa de las monjas clarisas en colaboración con 67

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