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Al amanecer del siguiente día, Enrique ordena edi– ficar la primera Casa Real de El Pardo en el centro del monte, a orillas del río Manzanares. Las órdenes reales se sucederían sin interrupción: Había que rodear el bosque con un muro de dos me– tros de alto para proteger la caza. Sería con el tiempo una muralla de 99 kilómetros. Pero no tendría tiempo para ver realizado su sueño. Varios siglos después lo realizaría Fernando VI. Este inmenso bosque de 15.820 hectáreas, confina al norte con Colmenar Viejo; al sur con Madrid; al oeste con Torrelodones. Hubo de ser dividido en 20 "cuarteles". Un pequeño ejército de Guardas tenían al frente un Comandante en Jefe, llamado Guarda Mayor, y 4 subalternos con el nombre de Celadores. Su uni– forme sería guerrera color castaño y cuello rojo con corona de plata, pantalón con media bota y sombrero de ala ancha; sable y bandolera, más tarde añadirían la carabina. Este magno cazadero, que se llama El Pardo, fue en las Edades Media y Moderna el primero y más im– portante coto de caza de los Reyes de España. ¿Cómo llegó este·monte a poder real? ¿Fue a título de compra, conquista, donación, etc.? ¿Cuándo comenzó a ser pro– piedad real? Todo esto para nosotros pertenece a su prehistoria. Su primera página para nosotros se abre en 1405, cuando Enrique III, después de haber dado la paz al país y haber anexionado las Islas Canarias, se retira a El Pardo para descansar y preparar la con– quista de Granada. Pero antes de esta conquista este buen rey entrega su alma a Dios, a los veintisiete años de edad y catorce de reinado. 10