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EL UNGIDO "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado para dar la Buena Noticia a los que su– fren, para vendar los corazones desgarrados ( lsaías 61, 1a). Entre las profecías mesiánicas ésta hay que ponerla en primer plano. El mismo Jesús se encargó de explicarla y aplicársela a sí mismo en Nazaret. Y todos le conocemos con el sobrenombre de Cristo que sig– nifica Ungido. En esa misión de Cristo de cara a las gentes comenzó en su bautismo cuando en el cielo se encargó de proclamarla el Padre celestial, y en .la tierra Juan el Bautista. Y sobre él .el Espíritu San- to. s. Pedro como de pasada lo cuenta en uno de sus discursos recogidos en los .Hechos: "cómo Dios a Jesús de Nazaret le ungió con el Espíritu Santo y con poder" (10,38). Aunque Cristo no n.e.cesita ese. pasaporte legal porque era. Di.os con nosotros, y estaba sobre nosotros, sin embargo quiso someter– se a todo, como le dijo al propio Juan el Bautista el día de su bau– tismo: "menester es que cumplamos toda justicia". Y fue ungido para anunciar la Buena Noticia. Eso mismo que anunció el ángel a los pastores en Belén. Para eso, fundamentalmente, vino él mismo. De eso estamos muy necesitados nosotros. De buenas noticias. Y sin embargo nos llega la mala noticia de que un perió- dico que en Estados Unidos daba únicamente buenas noticias, fra– casó. Las gentes tienen -o tenemos- el gusto estragado y nece– sita salsas muy fuertes. Un periódico con buenas noticias es un periódico sin sal ni pimienta.