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Pero incluso el mismo día de la Ascensión a los cielos, al pa– sar por Jerusalén, los discípulos le preguntaron: "Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar la soberanía de Israel?" Vemos, pues, cómo había calado esta falsa idea en el pueblo. Y partiendo de pasajes como el que encabeza este comentario y de otros semejantes. Dejando a un lado el contexto histórico y otros muchos pasajes que podrían dar luz sobre éstos. Nosotros, en nuestras enfermedades, sufrimos, a veces, nues– tros espejismos. Nos hacemos ilusiones que pueden sostener nues– tro ánimo como una droga de efectos limitados, pero que una vez pasadas nos derrumban como a los discípulos del Señor, y como a los israelitas al ver ·el derrumbamiento de Jerusalén y del templo. Creo que es buena la esperanza. Es lo último que se pierde. Incluso el moribundo que lanza un último hálito, lo lanza de espe– ranza. Pero cuando es una falsa esperanza. Cuando esa creencia ha– ce que abramos nuestra alma a realidades muy necesarias en nues– tra enfermedad, entonces el daño puede ser irreparable. Y esto sucede, principalmente, cuando los familiares, por aque– llo de que no se asuste, cierran el acceso hacia el enfermo, al sa– cerdote, que iba a llevarle los consuelos de la fe.. Y algo mucho más importante: los consuelos de los sacramentos. Conviene que nos vayamos mentalizando, renovando ideas vie– jas, que nos pueden hacer tanto daño a nosotros como las del fal– so mesianismo a los israelitas. Por eso en el Ritual de la Unción, en el número 66, de "las orientaciones doctrinales y pastorales del episcopado español", se dice textualmente: "La Unción es sacramento de enfermos y sacramento de Vida, expresión ritual de la acción liberadora de Cristo que invita y al mismo tiempo ayuda al enfermo a participar en ella. La catequesis a todos los niveles ha de insistir en esto. Pero será poco eficaz o inútil la catequesis, si la práctica sacramental viniese a desmentir– la dejando su celebración para última hora". Sigue diciendo cosas muy interesantes que aunque nos extra– ñen, bueno será entrar por ellas. -81-