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NOTA PASTORAL (San Juan 11, 32-45) Jesús, que tambiéq. llora la muerte de su amigo (vv. 33-36), nos ofrece con este milagro de la resurrección de Lázaro un signo (milagros = "semeion", signo) consolador de lo que había de ser . su propia resurrección y la nuestra, y más en concreto una mani..; festación de Jesucristo,· como vencedor absoluto de la muerte (se resalta la losa y el hedor de la corrupcción: v. 39) por la muerte propia, que se relatará a continuación en el Evangelio y que debe– rá ser participada por sus discípulos (cfr. Jn 11,16). Así se mani– fiesta la gloria de Dios (cfr. Jn 11,4), presencia y poder de Dios en Cristo (cfr. Jn 2,11), que llega a su culmen en la muerte (cfr. Jn 7,39; 12,16. 23; 13, 31) y cuya visión, que empieza aquí en la fe (v. 40), nos llenará la vida eterna (cfr. Jn 6,40; 17,24). -641-